He pagado mis deudas, he cortado mis ataderas, las puertas de mi casa están
abiertas, he olvidado mis amores: ¡soy libre, y me voy por el ancho mundo!
En cuclillas, agrupados en su rincón, los otros tejen la tela gris de sus vidas,
o cuentan su oro entre el polvo, o beben su triste vino, o cantan lánguidas
canciones: y me llaman para que regrese a su lado.
Pero yo he forjado mi espada y he vestido mi armadura, y mi caballo piafa de
impaciencia.
¡Soy libre, es la mañana y parto a conquistar mi reino.
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- Rosali
- Mi nombre es Rosalí Corrales Muñoz.Soy de origen cubano, vivo en la provincia de Camagüey.
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Etiquetas: Poemas amorosos, Poesía, Rabindranath Tagore
Mi táctica es
Mirarte aprenderte como sos
Querete como sos
Mi táctica es
Hablarte
Y escucharte
Construir con palabras
Un puente indestructible
Mi táctica es
Quedarme en tu recuerdo
No sé como ni sé
Con qué pretexto
Pero quedarme en vos
Mi táctica es
Ser franco
Y saber que sos franca
Y que no nos vendamos
Simulacros
Para que entre los dos
No haya telón
Ni abismos
Mi estrategia es
En cambio
Más profunda y más
simple
Mi estrategia es
Que un día cualquiera
No sé cómo ni sé con qué pretexto
Por fin me necesites.
En mi jardín hay rosas
Yo no te quiero dar las rosas que mañana….
Mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
Con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
Alas para volver….
En mi jardín abejas
Labran fino panal:
Dulzura de un minuto….
No te quiero dar
Para ti lo infinito
O nada: lo inmortal
O esta muda tristeza
Que no comprenderás....
La tristeza sin nombre
De no tener que dar
A quien lleva en la frente
Algo de eternidad….
Deja, deja el jardín…
No toques el rosal:
Las cosas que se mueren
No se deben tocar.
Mario Benedetti
Táctica y estrategia
Mi táctica es
Mirarte aprenderte como sos
Querete como sos
Mi táctica es
Hablarte
Y escucharte
Construir con palabras
Un puente indestructible
Mi táctica es
Quedarme en tu recuerdo
No se como ni se
Con que pretexto
Pero quedarme en vos
Mi táctica es
Ser franco
Y saber que sos franca
Y que no nos vendamos
Simulacros
Para que entre los dos
No haya telón
Ni abismos
Mi estrategia es
En cambio
Más profunda y mas
Simple
Mi estrategia es
Que un día cualquiera
No se como ni se con que pretexto
Por fin me necesites.
Etiquetas: Dulce Maria Loynaz, Poemas amorosos, Poesía
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de la carne respira.
Es contemplar, desde la cumbre de la persona, la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.
Estar enamorado, amigo, es descubrir donde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conservación del corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa.
Estar enamorado, amigo, es adueñarse de las noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída.
Es recordar a Garcilaso cuando se siente la canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña con las luces encendidas.
Es ignorar en que consiste la diferencia entre la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.
Es estar enamorado, amigo, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de las flores y las frutas.
Es libertarse de si mismo y estar unido con las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o son propias las lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su
noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna sea todavía luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos
dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.
Etiquetas: Francisco Luis Bernárdez, Poemas amorosos, Poesía
Carta a Usted
Señora:
Según dicen ya tiene usted otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.
Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas sus goces y su lecho
pero el amor señora cuando llega el olvido
también tiene el derecho de un final distinguido.
Perdón... Si es que la hiere mi reproche... Perdón
aunque sé que la herida no es en el corazón
Y para perdonarme... Piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.
Pues sepa que una dama con la espalda desnuda
sin luto en una fiesta, puede ser una viuda.
Pero no como tantas de un difunto señor
sino para ella sola, viuda de un gran amor.
Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente
al menos al principio, ya no, naturalmente.
Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.
Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.
O acaso cierta noche de amor y de locura
yo vivía un ensueño y... y usted una aventura.
Si... usted juró cien veces ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.
Etiquetas: José Angel Buesa, Poemas amorosos, Poesía
Solo tu y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frio,
porque nadie sospecha que es falso tu desvio,
ni cuanto amor esconde mi gesto indiferente.
Solo tu y yo sabemos porque mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorio;
y tu apenas me escuchas y yo no te sonrio...
y aun nos arde en los labios algun beso reciente.
Solo tu y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacio,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.
Y asi dos orillas tu corazon y el mio,
pues, aunque las separa la corriente de un rio,
por debajo del río se unen secretamente.
Por: José Angel Buesa
Etiquetas: José Angel Buesa, Poemas amorosos, Poesía
PODRÁ NUBLARSE EL SOL ETERNAMENTE;
PODRÁ SECARSE EN UN INSTANTE EL MAR;
PODRÁ ROMPERSE EL EJE DE LA TIERRA
COMO UN DÉBIL CRISTAL.
¡TODO SUCEDERÁ! PODRÁ LA MUERTE
CUBRIRME CON SU FÚNEBRE CRESPÓN;
PERO JAMÁS EN MÍ PODRÁ APAGARSE
LA LLAMA DE TU AMOR.
Por: Gustavo Adolfo Bécquer
Etiquetas: Gustavo Adolfo Bécquer, Poemas amorosos, Poesía
No has sentido en la noche,
cuando reina la sombra
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?
¿No sentiste en tu oído de virgen
las silentes y trágicas notas
que mis dedos de muerto arrancaban
a la lira rota?
¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca,
ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?
¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra,
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?
Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa;
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.
Etiquetas: Gustavo Adolfo Bécquer, Poemas amorosos, Poesía