10:58

Nunca Estuviste Segura De Mi | Gian Franco Pagliario

10:52

Podria ser tarde | Gian Franco Pagliaro

8:52

Quien Fue Jose Martí

8:50

José Martí, un hombre sincero

8:41

A LA MARIPOSA

Bien hayan, mariposa,

las bellas alas como el aire leves,
que inquieta y vagarosa
entre las flores mueves,
ostentando tu púrpura preciosa.

De blanda primavera
bien haya la callada y fiel vecina,
la dulce compañera
del alba cristalina,
perdida entre la flor de la pradera.

Ligera y afanosa
el prado mide tu inseguro vuelo,
ya huyendo temblorosa,
ya con ansioso anhelo
en las flores vagando codiciosa.

Bien haya el purpurino,
el vaporoso polvo de tus alas,
que al aire de contino
puro y luciente exhalas
al abrirte en sus ámbitos camino.

¡Ay! goza, mariposa,
la pasajera vida de dulzura,
que vuela presurosa:
goza allá tu ventura,
revolando en la siesta silenciosa.

Apura de las flores
el empapado cáliz que te ofrecen,
y apura tus amores;
que ya en la noche acrecen
del otoño los vientos destructores.

Y eres frágil y bella,
y tu belleza el cierzo descolora.—
Si sañudo atropella
tu gala seductora,
ni aun de tu forma quedará la huella.

8:38

A CUBA

Cuando los recios vientos se embravecen,
cuando mugen los mares irritados,
cuando estallan con furia los nublados,
cuando las olas borrascosas crecen,
cuando los buques míseros perecen
por las revueltas ondas anegados,
cuando la Europa envuelta en la tormenta
traba en la oscuridad lucha sangrienta;

Barca dichosa en medio del Océano,
tú sola vas del huracán segura:
Francia se anega, y en la noche oscura
el rayo incendia el pabellón romano;
y oyes los gritos del naufragio humano,
y te duele tal vez su desventura,
¡ay! cuando ves de las antiguas zonas
por la espuma del mar flotar coronas.

Y ves como cadáveres perdidos
al agua nuestros pueblos arrojados,
y ves como timones destrozados
los cetros a las playas sacudidos;
y a los que, aún viven, en el mar hundidos,
por los marinos monstruos devorados,
y como barco que encalló en la arena
a España inmóvil junto al mar que truena.

Y te contemplas tú, y en el espejo
de tus serenos mares retratada,
de la luz juvenil por el reflejo
ves tu belleza pura, inmaculada:
y de la Europa con el rostro viejo
a la fealdad rugosa comparada,
entre perlas tu hermoso cuello engríes,
y de lástima acaso te sonríes.

¡Oh ¡cuánta es tu beldad, cuál tu riqueza!
¡oh! ¡cuánto es tu esplendor, hija de España!
por eso están los buzos de Bretaña
asomando a tus golfos la cabeza...
Mas no serán ¡oh perla! tu belleza
y tu valor de su codicia extraña;
pues antes que cedérsela al britano
nos tragará contigo el Océano.

Dicen que tienen sobre tres castillos,
de los mares enmedio levantados,
a los reinos del mundo aprisionados
del oro del Perú con los anillos;
y que van a engarzar nuevos zarcillos
a la reina feliz de sus estados,
si la prenda mejor que la engalana
hurtan a la corona castellana.

¡Ah! bien los oigo por la noche oscura
cuando te entregas a tu sueño blando,
en la vecina costa murmurando
cantos de seducción a tu hermosura
«Despierta, dicen, reina sin ventura,
esclava del poder de San Fernando,
que ya de libertad llegó la hora
y ya puedes reinar, ya eres señora.

»Si hubieron cetro tus antiguos reyes,
¿por qué el yugo sufrir de la extranjera?
Si tú le puedes dar al mundo leyes,
¿por qué no alzar tu nacional bandera?
¿Serán tus hijos como pobres bueyes,
cuyo trabajo a la comarca ibera
dará las mieses de tu campo ameno,
mientras ellos no más pacen el heno?»...

Pero adormida tú, nunca a su canto,
inocente beldad, prestes oído;
¡ay de tu corazón si seducido
pierde la dicha de candor tan santo!
¡ay si de España el amoroso manto
donde por tantos años has dormido,
loca rasgando tras la voz que miente
te, osaras aclamar independiente!

Pobre beldad, despojo del pirata,
ese mismo cantor que te enamora
te forjará en su harem, altiva mora,
recias cadenas con tu misma plata;
y ese brillante espejo que retrata
tus fiestas y tus náyades ahora,
por sus navales guerras empeñado
reflejará tu rostro ensangrentado.

¿No eres libre y feliz? ¿No estás contenta
mientras nosotros sin cesar lloramos?
Mientras nosotros viejos peleamos
¿no estás joven, tranquila y opulenta?
¿No nos ves en la noche turbulenta
que en las rocas del mar nos estrellamos,
que vamos a morir ya sin consuelo
mientras serena tú cruzas el cielo?

¿No ves nuestros monarcas fugitivos?
¿No ves nuestros pontífices huyendo?
¿No ves a Europa, cuya hoguera ardiendo,
se sustenta con carne de los vivos?
¿Serán nuestros dolores incentivos
que te harán suspirar por el estruendo
y del infierno con que Europa lidia
América, gran Dios, tendrás envidia?

Cuentan los sabios que en la noche vienen
espíritus lanzados del profundo,
que la ruina del antiguo mundo
con acentos fatídicos previenen...
y que, será verdad... y que, ellos tienen
miedo del pueblo loco y moribundo,
que entre las ansias ya de la agonía
llama a la libertad con voz tardía...

Y que a su triste voz vendrán las fieras
de esas comarcas tras la muerta gente
a hundir en sus cadáveres el diente
hozando entre su sangre sus banderas;
y que allá en las edades venideras
irán los peregrinos de Occidente
enseñando al francés en su ignorancia
a qué desierto se llamaba Francia.

Y a contar al inglés, que oyendo atento
de su patria estará las aventuras,
en qué vasto erial, en qué llanuras
la populosa Londres tuvo asiento:
cómo en chozas buscaron aposento
los hombres que habitaban las alturas,
y cómo sus magníficos vapores
se tornaron en barcos pescadores.

Y que, así como queda por los huertos
si la sacude lluvia anticipada,
no madura la fruta abandonada,
España quedará por los desiertos...
¡España con la sangre de sus muertos
hijos queridos, sin sazón regada,
que sacudida al golpe de la guerra
sin madurar se pudrirá en la tierra!...

Mas, que primero aquellos que con vida
queden en los desiertos europeos
recogiendo sus libros y trofeos
irán a tu ciudad esclarecida;
y que en vez de la historia entretenida
que nos enseñan hoy de los hebreos
la nuestra en este libro han de enseñarte
«Vida de Hernán Cortés y Bonaparte».

Por eso aguardas tú como heredera
a que exhalemos el postrer aliento,
y ves rodar al pie de tu palmera
nuestras hojas de acacia por el viento:
porque has de trasplantar en tu pradera
a este mundo arrancado de cimiento,
para que en ese suelo más fecundo
broten las flores del antiguo mundo.

Por eso alhajas tu preciosa villa
para hospedar a nuestras pobres gentes,
por eso a tus hermanos de Castilla
les preparas caminos relucientes;
por eso a tus mares a la orilla
guardas entre tus palmas reverentes
¡isla de salvación del pueblo ibero!
las reliquias del náufrago primero.

¡Cortés, Cortés! que le legó su gloria,
Cortés que prefirió tu cementerio,
la existencia en el mundo transitoria
temiendo sabio del anciano imperio,
la tumba de Cortés en tu hemisferio
de nuestra santa unión es la memoria;
¡sus huesos son de nuestra fe la prenda!
¡maldito el indio que sus huesos venda!

8:37

HIMNO A LAS ESTRELLAS

A vosotras, estrellas,
alza el vuelo mi pluma temerosa,
del piélago de luz ricas centellas;
lumbres que enciende triste y dolorosa
a las exequias del difunto día,
güérfana de su luz, la noche fría;

ejército de oro,
que por campañas de zafir marchando,
guardáis el trono del eterno coro
con diversas escuadras militando;
Argos divino de cristal y fuego,
por cuyos ojos vela el mundo ciego;

señas esclarecidas
que, con llama parlera y elocuente,
por el mudo silencio repartidas,
a la sombra servís de voz ardiente;
pompa que da la noche a sus vestidos,
letras de luz, misterios encendidos;

de la tiniebla triste
preciosas joyas, y del sueño helado
galas, que en competencia del sol viste;
espías del amante recatado,
fuentes de luz para animar el suelo,
flores lucientes del jardín del cielo,

vosotras, de la luna
familia relumbrante, ninfas claras,
cuyos pasos arrastran la Fortuna,
con cuyos movimientos muda caras,
árbitros de la paz y de la guerra,
que, en ausencia del sol, regís la tierra;

vosotras, de la suerte
dispensadoras, luces tutelares
que dais la vida, que acercáis la muerte,
mudando de semblante, de lugares;
llamas, que habláis con doctos movimientos,
cuyos trémulos rayos son acentos;

vosotras, que, enojadas,
a la sed de los surcos y sembrados
la bebida negáis, o ya abrasadas
dais en ceniza el pasto a los ganados,
y si miráis benignas y clementes,
el cielo es labrador para las gentes;

vosotras, cuyas leyes
guarda observante el tiempo en toda parte,
amenazas de príncipes y reyes,
si os aborta Saturno, Jove o Marte;
ya fijas vais, o ya llevéis delante
por lúbricos caminos greña errante,

si amasteis en la vida
y ya en el firmamento estáis clavadas,
pues la pena de amor nunca se olvida,
y aun suspiráis en signos transformadas,
con Amarilis, ninfa la más bella,
estrellas, ordenad que tenga estrella.

Si entre vosotras una
miró sobre su parto y nacimiento
y della se encargó desde la cuna,
dispensando su acción, su movimiento,
pedidla, estrellas, a cualquier que sea,
que la incline siquiera a que me vea.

Yo, en tanto, desatado
en humo, rico aliento de Pancaya,
haré que, peregrino y abrasado,
en busca vuestra por los aires vaya;
recataré del sol la lira mía
y empezaré a cantar muriendo el día.

Las tenebrosas aves,
que el silencio embarazan con gemido,
volando torpes y cantando graves,
más agüeros que tonos al oído,
para adular mis ansias y mis penas,
ya mis musas serán, ya mis sirenas.

6:43

Decepción

Decepción, al querer alcanzar la felicidad donde no la hay
en noches sin sentido, en labios y brazos desconocidos
entre el bullicio de lamentos, de disfrazados gemidos
sonoras carcajadas, que al amanecer se tornan en quejidos

Queriendo alcanzar las estrellas, cuando está nublado
Queriendo pasearte en la luna, cuando esta se ausenta
Vagando al infinito, ignorando las fuertes tormentas
Así has vivido, sembrando alegrías en tierras desiertas

Decepción, queriendo encontrarme donde no me hallo
En lugares vacíos, tristes por el cruel desengaño
En sueños ilusos, que al fin de cuentas sólo eso serán
Un puñado de ilusiones que tristemente se desvanecerán

Ignorando que yo, siempre cerca de ti me he encontrado
silenciosamente con amor y calma tus pasos he guiado
con vehemencia y cariño, mi alma a la tuya ha cobijado
En mi mundo, tan sencillo, tan sutilmente para ti creado

Adela Castillo

5:52

Noche de libros en Camagüey

Las calles Independencia y Maceo del casco histórico de la ciudad de Camagüey, fueron sede este jueves de la ya tradicional Noche de los Libros, iniciativa promovida desde hace varios años con el fin de fomentar el necesario hábito de la lectura.

La oferta se distinguió por la variedad temática y la calidad de la mayoría de las obras en venta. Los lectores tuvieron otra vez la posibilidad de adquirir textos que se agotaron rápidamente en la pasada Feria Internacional del Libro, entre los que se encuentran "La novela de mi vida", de Leonardo Padura, "Historia de la Literatura Cubana Tomo III", desarrollado por un colectivo de autores del Instituto de Literatura y Lingüística y "Con las bases llenas", de Félix Julio Alfonso. También estuvieron en venta gran cantidad de materiales didácticos y pasatiempos para los niños.

En las afueras de la librería Antonio Suárez fueron presentadas las revistas Antenas y La Siempreviva. El número cinco de esta última publicación fue comentado por el intelectual camagüeyano Luis Álvarez, quien publicó en esa edición un ensayo dedicado a su coterráneo Severo Sarduy, una de las voces más sobresalientes de la literatura hispanoamericana contemporánea e iniciador del postboom. Mientras, en la cafetería El Oasis, la música y la poesía hicieron pareja en el habitual café literario.

Por desgracia, el público fue el gran ausente de la cita; lo que invita a pensar en una mejor estrategia de difusión para próximas ediciones. Las calles semidesiertas de la ciudad, dieron al traste con las actividades organizadas y con el loable esfuerzo del Centro Provincial del Libro y la Literatura y otras organizaciones del territorio. (Texto y Foto: José Raúl Gallego Ramos/ Radio Cadena Agramonte).

7:02

Proverbios chinos

-"Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito."

-"Cuando el dinero habla, la verdad calla."

-"El que hace el bien de los demás hace el suyo".

-"El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice."

-"Nada falta en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte."

-"Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza."

-"No basta ir a pescar peces con buena intención. También se necesita llevar red"

-"No te preocupes por no ser conocido. Preocúpate por ser digno de que se te conozca"

6:54

Carta de los Cinco Héroes al presidente hondureño Manuel Zelaya

Los Cinco Héroes envían carta de apoyo al presidente hondureño Manuel Zelaya. Los luchadores antiterroristas cubanos afirman que sus cinco celdas se han estremecido ante la brutal acción golpista en Honduras.

Querido compañero Manuel Zelaya, único y digno Presidente Constitucional de Honduras:

Con profunda indignación se han estremecido nuestras cinco celdas ante la brutal acción golpista en su patria, reminiscente de un pasado aún fresco en la memoria histórica centroamericana.

Pareciera que el siniestro esquema fracasado en Caracas y aplicado luego con éxito en Haití busca ahora, con su ensayo en Mesoamérica, revertir la inevitable tendencia histórica de nuestros pueblos hacia la superación de sus esquemas neocoloniales. Hoy toca al pueblo de Honduras, bajo su digna conducción y en una América que ya no es la misma, el honroso reto de sepultar para siempre al gorilismo, como instrumento de trasnochadas oligarquías reaccionarias para las que patria es sinónimo de mezquinos privilegios.

Como usted, conocemos por experiencia propia de la brutalidad del despertar bajo asalto armado, de la extracción a medio vestir de nuestros hogares, de la mezquindad de usar el poder judicial para justificar el crimen, del empleo de la amenaza para exigir la claudicación, y del más descarnado uso de la mentira en función de perversos fines.

Conocemos también del ánimo que infunden la oportuna expresión combativa de una hija, o la incondicional adhesión de la familia, o el clamor de la solidaridad universal, o el cariño incomparable de todo un pueblo.

Identificados con su postura digna, reflejo de su superioridad moral sobre los usurpadores, le extendemos, desde las prisiones imperiales que en 10 años no han podido encerrar nunca nuestra dignidad de revolucionarios cubanos, las expresiones de nuestro incondicional apoyo y la seguridad de que su pueblo, armado de su decencia y de su amor a la justicia, también vencerá.

Un fuerte abrazo de los Cinco,

Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René

Fotocomposición Rosa C. Baez

Viejoblues, un espacio libre ∆