11:44

Soledad | Rabindranath Tagore

Sentado a la puerta de mi cabaña canto en voz baja. La mañana, a mis pies,
me mira con sus puros ojos de doncella. Por el camino ríen y cantan los
enamorados. ¡Y nadie viene a acompañarme!
Sentado a la puerta de mi cabaña sueño las nubes. El medio día me contempla
con sus quietos ojos. En la floresta dorada se miran los amantes. ¡Y nadie viene
a acompañarme!
Sentado a la puerta de mi cabaña callo nostálgico. La tarde me mira con sus ojos
de cervato. Hacia el río, en la penumbra morada, se esfuman las parejas. ¡Y nadie
viene a callar conmigo!
Sentado en la puerta de mi cabaña suspiro y estoy triste. La noche me mira con
sus ojos estrellados. En el aire cálido palpitan besos y caricias. ¡Y nadie viene
a acompañarme.

0 comentarios: