11:30

Imagen de la vida | Rabindranath Tagore

A la flor era semejante mi vida, en su aurora: a la flor que, abierta cuando la brisa
de la primavera viene a golpear en su puerta, deja caer uno, o dos pétalos, e ignorante
de su tesoro, no siente su pérdida.
Ahora cuando pasó la juventud, mi vida se parece al fruto que ya nada tiene que perder:
y espera, espera a alguien, para darse toda entera, con toda su pesadumbre de dulzura.

0 comentarios: